Al oír esto, los flamencos se quedaron con miedo, pero un flamenco habló la verdad:
-¡silencio! No era nuestra intención, nosotros no sabíamos que no eran medias.
Otro flamenco habló:
-¿Ustedes nos perdonan?
Una de las víboras dijo:
-! Sí! ¡Sí! Por supuesto, perdonamos, nosotras les amamos.
Entonces la fiesta continuo, donde los flamencos pedirán las víboras en bodas y vivieron felices para siempre...
Nenhum comentário:
Postar um comentário